Italia: Región del Veneto

Después de Bormio, nos esperaba otra agradable visita, esta vez eran John y Avis (los padres de Tom) que venían a pasar unos días con nosotros a orillas del Lago di Garda. La verdad es que los dos son tan encantadores que es muy fácil pasarlo bien con ellos. Nuestra base estaba en Desenzano del Garda y, desde allí, fuimos descubriendo los alrededores del lago.

El tiempo no acompañó demasiado, pero eso no nos impidió disfrutarlo mucho. Hay lugares como Sirmione que, aunque son bonitos, son bastante turísticos. Había grupos de escolares y tiendas de helados en cada esquina. También visitamos Lazise, Bardolino y Saló. Nosotros somos más de lugares tranquilos y, por unanimidad, decidimos que nuestro favorito fue Saló, un pueblo muy bonito y súper agradable.

Nos despedimos de John y Avis en Verona, la cual nos sorprendió positivamente. La verdad es que nos encantó. Es una ciudad turística pero acogedora (quizás porqué todavía era temporada baja) y merece mucho la pena pasear por sus preciosas calles, pararse en una terraza delante de su Arena para tomar un aperitivo y, como no, degustar alguna de las exquisiteces italianas en uno de muchos restaurantes. Como punto negativo, tengo que decir que la entrada al museo de Julieta está hecha un asco. Las paredes llenas de notas y chicles, desconocemos si es algo consentido o imposible de controlar pero la verdad es que es una pena verlo así, desmerece la romántica historia de Shakespeare…

Nuestra siguiente parada fue Venecia, yo (Rocío) ya había estado anteriormente pero quisimos volver para que Tom conociera la ciudad. Seguro que muchos de vosotros habéis estado así que no os voy a descubrir nada nuevo. No puedo decir que no es un lugar bonito y con mucho encanto pero no es de nuestros favoritos. Como hemos dicho antes, somos más de lugares tranquilos y si en Sirmione había turistas en Venecia ni te cuento!

Tras la ciudad de los canales, hicimos una parada en Bibione. Es un pueblo costero muy pero que muy turístico. A parte de una enorme playa con más de 10.000 sombrillas (las contamos), sólo hay apartamentos, restaurantes y tiendas. Estuvimos muy a gusto los días que pasamos allí, caminando por el paseo marítimo, disfrutando del sol y de las terrazas de los chiringuitos pero no quiero ni pensar como será en temporada alta, insoportable me imagino…

Nuestra última visita en Italia fue Trieste, una ciudad que parece más centroeuropea que italiana. Tiene una arquitectura muy señorial, una bonita plaza y ambiente agradable pero tampoco le vimos nada especial como para hacer una visita expresamente.

En el siguiente post os hablaremos de Eslovenia, el país en el que nos encontramos ahora mismo y que nos está encantando.